Cada instante se vuelve a empezar.
La vida se renueva constantemente.
Fluye.
Yo me olvido de eso y sin darme cuenta voy acumulando, cada vez más y más hasta que la carga se vuelve demasiado pesada y una crisis me despierta a la realidad. No tengo por qué andar arrastrando todo…
Inhalo profundo y al exhalar por la boca suelto todo, todo, todo.
Lo que queda, es lo que soy.