Sacrificando sueños

¿Por qué será que sacrifico mis propios sueños?

¿Por qué dejo de último lo que más quiero hacer? Debería hacerlo primero, pero no, hago todo lo otro, hasta lo que no me gusta y lo que ni sé por qué. Pierdo el tiempo en tonteras y lo sé. Hago todo eso y después, si todavía me queda algo de tiempo, y ganas, entonces veo a ver si trato de vivir mis sueños.

¿Cómo voy a lograr una cosa si hago la otra? ¿Por qué será que lo primero que sacrificamos son nuestros sueños? ¿No deberían ser más bien lo último que tiramos por la borda? ¿Cómo es que no tenemos tiempo para nuestros sueños, para nosotros y nuestros seres queridos, pero sí tenemos para quejarnos, para cumplir con presiones de la sociedad, para encajar con los demás?

Ya no más perder el tiempo haciendo cosas sin sentido.

No voy a sacrificar mis sueños para salvar tonteras.

Voy a ejecutar mis prioridades en mi vida diaria.

Primero lo primero.

Todo se puede

 

Tomar café con un amigo y ponerse a soñar.

Dejarse volar y compartir.

Compartir sueños soñados y sueños cumplidos.

Viajar.

Abrir los ojos y ver que nosotros creamos nuestra propia realidad.

Mandarnos al vacío de la infinita posibilidad.

Intentar lo que siempre hemos querido.

Ser lo que siempre hemos sido.

Vivir con sentido.

Compartir lo aprendido.

Estar agradecidos.

Saber lo que realmente es importante y confiar en nosotros mismos, en el universo.

Dejar ir todo aquello que ni sabemos por qué lo hacemos.

Soltar todo lo innecesario.

Despegar de la zona de confort hacia la abundancia.

Vivir en armonía de sueños y vida.

Paz, amor y alegría.