Marea baja

10/5/19

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Sentado frente a un horizonte oscuro y aplomado. Disfruto el café de la mañana acompañándolo con la lectura de un poco de filosofía china. 

Las olas entran casi vagabundas en la bahía. 

La marea va bajando y el mar lentamente se retira, cada vez más, exponiendo las negras piedras llenas de caracoles, cangrejos y pececillos que quedarán ahí, esperando a que suba la marea que vuelva a conectar su poza con la infinidad del mar.

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Trueque

9/5/19

Anoche los vecinos me invitaron a comer en la mesita plegable frente a su van y la pasamos muy bonito. Me parece que son una pareja de titanes por andar viajando tanto tiempo en una van de techo bajo; adentro solo pueden estar hincados. Igual la van es un chuzo y la tienen muy mística por dentro llena de mantas con símbolos y tiene vibra de esas casas de adivinadoras de fortuna. Me cuentan que la van se llama Sandy, y buen nombre, puesto que está tan llena de arena que no hay que ni salir para sentirse en la playa… Al mismo tiempo me recuerda el palacio que es Junior María.

No sé qué comimos pero estaba rico y había mucho. Era algún plato vegetariano que había que terminarse antes de que cayera la noche (la base era cous cous creo). Había que comer temprano y vegetariano porque mis vecinos acababan de leer un libro sobre cómo curarse con la comida. Me cuentan que hasta hace poco eran tremendos fiesteros de rave loquísimas entonces tienen mucho que curar. Creo que van por buen camino. Ya me siento mejor yo también; tenía una sensación fea en la panza, pero se me quitó, tal vez era hambre nada más… Antes de irme a mi propia van a dormir quedamos en un trueque de yoga en la mañana a cambio de algún tesoro de los que ellos recolectan y venden por el mundo. 

—Hoy.

Me levanto temprano y busco un lugar relativamente plano y sombreado para la práctica del yoga. Estoy sentado en un block de arena cuando escucho que se abren las puertas de su van y llegan los vecis Martin y Justine. Compartimos una gloriosa práctica en el puro paraíso sobre la arena rodeados de mar, cielo y naturaleza. Terminamos todos muy contentos pues logramos despojarnos de por lo menos algunas cositas que andábamos arrastrando atravesadas a nuestra felicidad. Al finalizar me entregan a cambio un perfume concentrado Pakistaní que huele muy rico. ¡Qué buena forma de empezar el día! 

*Nota: No puedo poner cosas muy cerca de la puerta por dentro en la cocina de Jr. María. Al cerrar la puerta principal algo sonó horrible y al abrir vi lo que había pasado… se me dobló todo el chorreador de café, ¡pero por dicha es de esos de alambre y ya lo arreglé!

      -no hay más escrito sobre este día-

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Un perro negro

Diarios del carrocasa

San Juanillo, Guanacaste, Costa Rica

8/5/2019


Hoy cumple un amigo. 

Me levanto al amanecer y como no hay olas disfruto una sesión de yoga. 

En la tardía mañana me echo una riquísima siesta en la hamaca y en los ratos que estoy despierto leo El Conde de Montecristo de Dumas. La hamaca la puse en los brazos inmensos de un grandioso almendro de playa que vive del lado donde están todos los barcos. 

Aproveché que había señal para llamar al cumpleañero y hablamos un rato muy tuanis.

Me dieron ganas de explorar entonces me fui en una expedición a buscar el mítico palo de mango del que escuché la leyenda primero en Marbella y luego pude probar con el mango que me regalaron antes de surfear. 

Subí la cuesta y frente a un viejo velero abandonado (vi dos en el camino) encontré el vivo tesoro cargado del dulce oro en el jardín de una casa rodeada de flores. En la terraza, dos señoras disfrutan comiéndose unos chicharrones que me devoré con la mirada. Las saludé y les conté que estaba viviendo frente al mar y recogiendo basura y me invitaron, casi rogaron, que me llevara todos los mangos que pudiera. Decenas de mangos adornaban como joyas la alfombra de la sombra del árbol… 

Volví con una bolsa llena de mangos y dos amigas en el pueblo, doña Nerixta y doña Flory. En el camino de regreso pasé a darles mango a mis vecinos (llegaron ayer) Martin y Justine, que andan en una van Ford Econoline que han manejado de Panamá a California y de vuelta. Para mi sorpresa y alegría me invitaron a almorzar. ¡Qué rico! No sé qué era, pero me gustó mucho. Gracias San Juanillo, lugar de gloriosa brisa y pescadores y zopilotes y el lindo perro Negro.

El desnivel me deja agua empozada en el fregadero, debo recordar esto cuando parqueo, pero este lugar es mágico. Gracias. Otra noche mágica de luciérnagas y rayería a la distancia. Las luciérnagas de aquí encienden y apagan su luz mucho más rápido que las de la montaña, según lo que he visto. Están todo alrededor, qué increíble. 

Hoy pesqué una minivan de la Toyota que decía Taller móvil. Jr. María no es Toyota pero le conté al mae mi cuento y por dicha me pegó la salvada y llenamos la llanta que estaba baja. ¡Increíble, el taller vino a mí! Junior muy contento. Buenas noches .=)

Un perro que puede oler el futuro…

San Juanillo


7/5/19

¡Glorioso amanecer y sesión de surf! 

—Ayer me quedé pegado en la arena dos veces y dos veces me sacó un Samurai chuzísimo. El primero rojo, año 87 y el segundo blanco como el Perla. Realmente en la segunda fue la gente que me ayudó a empujar, pero el Samurai estaba por ahí… Gente buena nota. 

Junior quedó como en una cuesta, hasta me costaba caminar adentro y la puerta principal había quedado automática. Pero era mucho el ángulo entonces le hice un par de montañitas de arena con la palita y quedó mucho mejor; más nivelado. 

Anoche caminando por las rocas tuve la suerte de ver un par de pulpos cazando y cambiando de color en las pozas; fue épico. Había peces azules brillantes (y de todo tipo) y estrellas de mar. 

Dormí con el longbough adentro y la verdad dormí muy bien. Dejé las puertas abiertas, la principal un rato y la de atrás toda la noche… 


El paraíso encontrado. 



Feliz de la vida. 

Costa Rica. 

Gracias. Gracias. Gracias. 


Bajo la gloriosa sombra de un viejo almendro de playa.

¡Noche de luciérnagas! 

Increíble. 

Bajaron las estrellas…


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De vuelta al camino

Diarios del carrocasa

Rodando una vez más…

Ciao Marbella

6/5/19

Buenas olas al amanecer en Marbella.

Anoche en la caminata nocturna me fui en una expedición inesperada tras un Jaguarundi. 

Adentrándome en el manglar, en una oscuridad dentro de la oscuridad, me fui siguiendo su rastro con ganas de poder observar sin molestar. Me fui tras el Jaguarundi, pero encontré solo aventura y una imaginación salvaje en la infinita posibilidad de las tinieblas… Tal vez era un Jaguarundi, tal vez era solo yo…

Camino a San Juanillo paso al mecánico de Marbella a ver si puedo meterle un poco de aire a la llanta que sigue baja y quizás hasta arreglarla. Siguiendo una dirección clásica costarricense  me meto en la segunda entrada a la derecha después del puente y voy subiendo una lomita por un callejón increíblemente estrecho en el cual a menos que haya algo inesperado al final va a ser imposible dar vuelta en Junior para devolverme. Me recomendaron al mecánico padre, pero solo está el hijo, y de muy mal humor. Va saliendo una gente con un Spark verde que se ha ido desarmando en su viaje guanacasteco y el carro suena horrible a pesar de que en palabras del mecánico: “¡Ya está arreglado para que llegue por lo menos hasta Tamarindo!” Me dicen que mejor vaya a otro lado, claramente no están satisfechos con los arreglos que esperaban y me cuentan que ellos también habían ido buscando al padre, que aparentemente trabaja y trata diferente. Le pregunto al hombre cómo está de tiempo, para tener una excusa para irme y al mismo tiempo tirar un Ave María en caso de que sí se digne a ayudarme de una vez, pero me dice que “si acaso, tal vez, puede ser que en la tarde pueda verlo porque estoy muy ocupado.” Le doy las gracias, le deseo un buen día y me monto preparado para estirar el cuello y la nuca estilo lechuza en la salida en reversa por el callejón ahora de bajada (no había rotonda al final). Logro salir con el Spark siguiendo tan de cerca que va casi metido debajo del bumper de adelante de las ganas de irse rápido que tenían sus ocupantes. Salgo convencido de que a menos que sea por algo totalmente necesario, no vale la pena ir a buscar mecánicos durante los calores en Guanacaste.

—San Juanillo. ¡Shangri La! No le faltó una. Espectacular. Barcos, olas, gente, ¡dos pulpos! 

Estoy feliz de haberme movido y emocionado de estrenar este nuevo lugar con mi rodante hogar.

Pura Vida. 

Encuentro collares de madera en la arena… 

¡Surfeo comiendo mango! Los manguitos los recogí en el camino, donde efectivamente había un palo bien cargado justo como me habían contado.

En la primera noche, vuelvo a ver la luna. Apenas se ve el primer cachito iluminado regresando de su viaje por la oscuridad. Me alegra verla.

Muy cansado, a dormir, mañana escribo más detalles de hoy…




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Invítame a un cafecito

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La última noche en Marbella

Diarios del carrocasa

Junior amaneció casi como si lo hubiera lavado, mejor de hecho, bañado por la Pachamama. 

Bella Marbella

5/5/19

Amanece claro y despejado, cielo azul y aire fresco. Hay bichos por todo lado. Caen abuelitas rojas (hormigas voladoras gigantes) llueven desde el cielo y caen a la tierra y al mar. Cumplieron su misión de vida anoche, y hoy se dejan caer desde las alturas para volver a ser parte de la tierra y el agua. 

Afuera frente a la van un barreal. 

Pájaros cantan, hay muchos cangrejos de halloween (Gecarcinus Quadratus) y la vida vibra de alegría, recargada por la lluvia. 

Junior amaneció casi como si lo hubiera lavado, mejor de hecho, bañado por la Pachamama. 

Ayer estaba sentado en el sillón y me dí cuenta de que El Coyote (kayak anaranjado que tengo en La Casona) tal vez cabe aquí dentro, creo que sí… Antes solo había pensado: qué lástima que no puedo llevarlo arriba… Poco a poco, voy abriendo la mente. Es que esas bahías del norte con sus aguas tranquilas y hermosas vistas me dejaron enamorado y con sueños y deseos de navegar. 

— Ahhh =) deliciosa siesta en maca al medio día.

Pasa una gente que vino a la playa en un camión lleno de melones y por alguna suertuda razón deciden tirar los melones dañados al lado del camino. Apenas se pierde de vista el camión voy a ver qué tal están porque la fruta sería muy bienvenida en mi dieta. En la búsqueda del tesoro me encuentro con el wachiman que aparece los domingos. Él también vio la oportunidad dorada y sabe aún mejor que yo que hay que ganarle a los garrobos si queremos salvar algo. Encontramos un par de melones casi perfectos cada uno y nos devolvemos felices a comerlos. Increíble pero cierto. Las cosas llegan de formas inesperadas. ¡Gracias por los melones!

Quiero hacer una cuchara con filo, especialmente para comer melón, pero servirá para mucho más.

Curiosamente siempre que trato de moverme o hacer algo en Marbella ya es domingo, y normalmente en la tarde, entonces termino no haciendo nada porque a esa hora todo está cerrado y hay mucho movimiento en los caminos. 

— 4 de la tarde, todo lavado y la botella llena, se acabó el agua. El reservorio (echado en Junior) dura un día completo (24 hrs).

Encuentro un hueco en una cerca y me voy a caminar, a explorar tierra adentro. Me quedo viendo un inmenso árbol mágico y mientras me baño en su anciana sombra, de su copa sale un congo que me empieza a cantar. 

El bosque sabe rugir.

Encuentro un rancho abandonado y me entrego a la práctica del yoga. Ahhh, la perfecta terapia, unirse con el universo, uno con todo. ¡Qué falta me hacía! Debería/quiero practicar más temprano en el día. Me cae muy bien en la mañana, siempre me cae bien, pero en la mañana, ¡ahhh, qué delicia! Yoga y meditación vipassana y quedo puro mindfulness todo el día.

Esta noche fui al Tiki Hut como cena de despedida y me comí una hamburguesa y un batido. Tienen los mejores batidos de frutas. Compartí mucho con Norlan y Toño, super buen ride, me pasaron volados de la zona y de San Juanillo. Me hicieron un descuento de compas que fue una bonita sorpresa y lo agradecí mucho a la hora de pagar la cuenta. 

Fui a caminar un rato y por la marea baja se veían las estrellas reflejadas en el agua, cielo estrellado esta noche, doble dosis. Volvió a brillar el paseo estrellado. Voy a dormir y descansar delicioso, porque estoy agotado. 🙂

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Primera lluvia

Diarios del carrocasa

Se viene otra época en la van.

El centro de la tormenta

4/5/19

Hoy amaneció gris y apenas goteando. 

Se van los campistas que eran mis vecinos de por ahí cerca.

Hoy vi al jinete solitario pasar bajo el gris de la mañana, siempre veía las huellas de su bestia pero en dos semanas nunca lo había visto pasar, casi como las huellas de los caricacos gigantes. Todo está cambiando. Poco después de su paso por la playa hacia el sur pasó un perro, su fiel compañero, que había quedado rezagado ante una pequeña jauría que lo detuvo al borde del agua para cuestionarlo o saludarlo, pero rápidamente corrió para alcanzar al jinete, no tan solitario pues iba en su caballo, y completó así el trío lleno de brío. 

Un día tranquilo, nublado, gris, perfecto. 

La llevo suave y me dejo llevar por el Tao, fluyendo con la naturaleza en vez de luchar contra ella, y todo es tan fácil. La sombra de las nubes, la suavidad del Yin y el sin-esfuerzo en las posturas, el olor a mar de la arena, los cangrejos y los caricacos. Suaves y frescas gotas de agua caen sobre mi espalda desde un cielo de tranquilidad, el murmullo de las olas, y la brisa acaricia mi piel. 

La gloria eterna. 

Feliz, feliz, feliz. 

La paz de la soledad, de poder fluir a nuestro propio ritmo en la magia del silencio. Disfrutar la eternidad del momento presente. Respirar la vida misma, llenarnos de ella, y dejarla ir. 

Sonreír. 

—Se acabó el agua del tanque principal. Son las tres y media de la tarde. Recién llené la última botella de agua. Ahora me queda solo el reservorio de 6 litros.

Cinco días sólidos me duró el agua. Vamos a ver el reservorio…

Todas las otras noches vi la tormenta desde la distancia, hoy parece que la estoy viendo desde adentro. La tormenta creció en forma de nubes negras aplomadas todo alrededor y muy por encima de Playa Coco, más alta que las montañas. Esta nueva cordillera que ahora domina el paisaje está a punto de venirse abajo. Rayos y truenos todo alrededor de la casa iluminan su densa oscuridad desde el interior y llenan el aire de retumbos. 

Una por una, caen las primeras gotas y luego por fin, llegó la lluvia. 

Estoy alegre por esta lluvia. Ayer y hoy los árboles de almendro de playa y las palmeras temblaban de la emoción en el viento con las primeras gotas furtivas, rebeldes, pioneras escapadas del cielo.

—Descubrí para qué es la agarradera que tiene la puerta principal por dentro, escondida detrás de las cortinas. Hoy en la mañana la estaba viendo y pensando que nunca la usaba. Ahora, en esta noche en la que ha llegado la lluvia cubierta por la oscuridad, entendí para qué es. La puerta tiene que cerrar bien para que no se meta el agua. Yo creí que eso solo se podía hacer empujándola desde afuera, como cuando Veto me la cerró antes de irse cuando me visitó y pasé mi única noche con la puerta bien cerrada, pero ya veo revelado otro misterio. Con la agarradera, que es dorada, antigua y está bien afirmada a la puerta, se puede hacer justo la fuerza necesaria para con un fuerte jalón cerrar bien desde adentro. ¡Gloria a Dios! Gracias.

Vi el rastro de una tortuga y el de una bici que saqueó su nido y no dejó ni un huevo. Las historias que cuenta la arena… ¿Será que tal vez los reubicaron a un vivero de tortugas? Voy a preguntar por ahí a ver qué averiguo.

Se viene otra época en la van. 

Vivir el cambio.

Ahora sí está lloviendo duro, torrencial, solo me queda una ventana que puedo tener abierta sin que se meta el agua…

Ya la tuve que cerrar. Sudando. El ventilador del parabrisas refresca bastante comparado a nada, por lo menos se mueve un poco el aire adentro, pero sigue bien caliente y tampoco lo puedo dejar mucho encendido sin comerme la batería o tener que encender el motor y tragarme la gasolina, sangre de la van. 

Junior María está feliz bañándose en la primera buena lluvia de nuestra temporada, con rayos y truenos y en la privacidad de la luna nueva. ¡Qué dicha que llueve, porque estaba muy sucio!

Se mete el agua por el empaque arriba en el centro de la puerta principal. Es mejor abrir las cortinas para que caigan las gotas en la grada negra y no en las cortinas que después mojan la madera. 

Afuera hay una laguna, las chanclas se fueron flotando y todavía sigue lloviendo y tronando. 

Ahhhh =), qué delicia para dormir.

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¡Visita!

Diarios del carrocasa

La próxima noche así me paso a dormir a la maca. 

Bella Marbella

2/5/19

La visita de Veto me llenó el corazón de alegría. ¡Qué bendición tener buena compañía! 

Hoy fui al outer reef amigable y desde el longbough rideando una ola vi la majestuosa y oscura silueta de un tiburón. Naturalmente me dio un boost de adrenalina y me recordó como todo cambia mar adentro.

¡Ahhhh! ¡Qué rico que se escribe con este lapicero! 

Ayer con Veto compartimos un atardecer glorioso y aunque las condiciones del surf no estaban ni cerca a perfectas (o nuestra idea fijada de estas) a la misma vez esa fue la perfección de la sesión; surfeamos solos, todo Marbella para nuestro disfrute. Post surf mientras caía la noche Veto invitó a unos deliciosos batidos de frutas frescas del Tiki Hut y yo hice una pasta con aceite de oliva, sal y pimienta. De postre comimos más canelitas de la Panadería Alemana calentadas al fuego del horno (en el yodo de la tarde ya nos habíamos comido unas). 

El Veto además me trajo grasa para ponerle a Junior y baterías con buena carga pal headlamp. 

Hoy le puse la grasa a la puerta corrediza (la principal) y Junior María parece cantar y la puerta bailar cuando la abro y la cierro y eso me alegra porque antes parecía llorar, chillar y gritar. Estoy muy feliz y agradecido por la visita de Veto. ¡Ah, y anoche también vimos a las chicharras salir de la tierra, escalar, romper su caparazón, crecer alas y salir volando a la negra noche!

Otra visita aunque no necesariamente a mí, pero compartimos bastante, fue la de Willy, el español de País Vasco. Jugamos ajedrez y ayer me dio unos limones a cambio de un par de cajas de leche pequeñas que yo andaba (¡regalo de los boricuas!). Hoy se animó a acompañarme en expedición a las profundidades y surfeó una ola en el outer reef amigable, muy alegre, luego siguió su camino hacia el sur.

Ayer la noche estuvo muy caliente y la verdad no dormí casi nada, por más que abrí cada vez más y más ventanas, pero bueno, gracias a eso me eché una gloriosa siesta hoy durante Los Calores

La próxima noche así me paso a dormir a la maca. 

Hoy hay más nubes que ayer y el onshore se metió más temprano. El viento ha empezado a rasgar el toldo de gangoche. Espero que aguante hasta el final del festival de yoga, y así será. 

Pura vida.

Hoy, viendo por mi ventana favorita me di cuenta de que el saco de gangoche blanco es la vela de mi velero. Estaba hinchado por el onshore y le puse un barquito de verde seaglass translúcido encima para ver si aguantaba el peso (el viento todavía era suave) y cuando lo sostuve pude comprender cómo era el viento el que estaba haciendo prácticamente levitar el seaglass. Lo puse, lo solté y simplemente se quedó flotando allí, montando el viento. Entonces fue que vi lo buena vela que es el saco de gangoche. Pienso arreglarlo para usarlo más y después quiero ver si puedo comprar una buena vela vieja de velero para ir haciendo la nueva vela/terraza.

Cocos Nucifera, gracias. Esta palmera me da todo lo que necesito. Le tiré unos cocos y pipas viejas encima al toldo de gangoche y ya puedo ver el mar otra vez por la ventana. Antes cuando se inflaba la vela con el viento me quedaba sin vista… 

White Winged Dove, avistada afuera por la puerta de atrás. Voy a verificar con el libro cuando en eso pasan corriendo Hunter y Canela; los doberman negro y café locales que patrullan la playa y se encargan de que no haya mucho pájaro parado en la arena y la paloma sale volando.

¡Oh! Hoyo Negro. Hoyo Negro. Hoyo Negro. Hoyo Negro detectado en el closet/bodega arriba adonde tengo guardadas un montón de mis cosas. En el negro centro de la funda de cuero de la llanta de repuesto encuentro, hundidos en el olvido, fuera de vista y fuera de mente, el libro de pájaros, la guía de mariposas, y la de vida salvaje general. No las había visto desde hace rato. En algún momento las puse ahí y como no se ven me había olvidado casi por completo de su existencia. Ahí habían quedado todos estos días; flotando en la inconsciencia del momento en  el que las puse ahí. 

El Hoyo Negro, un lugar perdido en el olvido, en el vacío, en el presente…

Confirmado el avistamiento de White Winged Dove/Zenaida Asiatica. Las patas rojas, banda/línea blanca en el ala y rara forma de ojo fueron determinantes en su identificación.


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Noche de rayería sobre el mar

Diarios del Carrocasa

1/5/19

Las tormentas están cada día más cerca…

El Paraíso

La noche estuvo un poco caliente dentro de la casa después de haberme sentado en la sillita. La llevé hasta la planicie de marea baja para ver la rayería refrescado por la brisa de tormenta. Esta empezó sobre la costa al sur y poco a poco se fue acercando para finalmente descargar mar adentro aquí enfrente sobre lo que pareciera ser el fondo del mar. Fue un espectáculo increíble que me devolvió a mi niñez, despertando en mí el recuerdo de la primera rayería que disfruté junto a mis padres en aquella vieja casa de verano que tenían mis abuelos en Puntarenas; La Perla del Pacifico… 

El festival de yoga sigue con todo. Parece que el rótulo que hice dibujando con viejos carbones de fogatas olvidadas sobre un antiguo madero de mar ha surtido efecto. Ayer llegaron a la clase dos muchachas extranjeras, gracias a la recomendación de un compa surfo conocido como Franthesurfer, y hoy llegaron 2 señores super tuanis que venían del restaurante donde me regalan el agua. Después de cada clase, llenos de arena y tierrita por el yoga salvaje, disfrutamos metiéndonos al mar que se encarga de completar y cerrar con broche de oro la limpia, renovación y despertar de cuerpo, mente y espíritu en cada uno de nosotros. Estoy muy alegre de estar vivo. Los dos días me he sentido gloriosamente feliz después de las clases; Satchitananda. *Me he sentido lo mejor que me he sentido en mucho tiempo, precisamente justo después de las clases de yoga, que han sido prácticas compartidas (yo también hago la mayoría de la clase mientras guío, excepto la parte restaurativa porque no alcanza la sombra y echarse sobre la arena hirviente no es para nada relajante). Creo que es cierto lo que dice Thich Nhat Hanh sobre amplificar los efectos o el poder del bien con prácticas y/o meditaciones compartidas. ¡Gloria a Dios! ¡Gracias Yoga! ¡Gracias Pachamama! ¡Gracias Vida! 

Hoy en la tarde viene Beto a visitar; ¡Gloria Eterna! ¡Pura Vida!

Es gracias al toldo blanco de gangoche que tengo sombra completa para ofrecer en las clases, a eso y todo lo demás, como las palmeras con su sombra variable, pero el toldo es un ayudante fiel (inesperadamente dado su estado de constante desintegración). También me di cuenta de que antes de un festival de yoga, si se puede, promete tomarse por lo menos un día para encontrar un buen lugar. Vale la pena ver cómo se mueven las sombras, hasta donde llegan las mareas y tomar en cuenta otros factores importantes como el paso de animales y peligros potenciales como las pipas que pueden caer de las palmeras… Bienvenida sea la paciencia y la observación antes de definir lugar y horario. Poco a poco, voy aprendiendo y creciendo. 

Claridad

Hoy hay mucho viento y nubes, todo está cambiando. El mismo aire está más fresco. Siento que pronto puede terminar este verano y me alegro por la vida que espera flemática pero necesitada la llegada de las lluvias así como espero yo la llegada de mi hermano…


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Sangre en el ojo

Diarios del Carrocasa

30/4/19

Se acercan las primeras tormentas…

Marbella, Guanacaste, Costa Rica

Ayer fui a la tienda y de una vez aproveché para rellenar agua. Fui después de la cena para abrir más espacio en el tanque de agua y aprovechar al máximo esta rellenada.

Hoy parece que puede venir tormenta. Se ve que está tronando sobre Guiones otra vez, pero aquí sigue sin caer una gota. Aquí sigue el verano.

Tit tit, tit tit, tit tit… Suena la alarma que me indica que la pasta está lista. Paro de escribir para comer. 

*Nota: Me salió una mancha roja en el ojo derecho, me di cuenta después de la siesta. Apenas la vi por vez primera me asusté bastante, pero luego de comprobar que todavía veía bien y no tenía dolor me calmé. Voy a tenerle el ojo puesto, pero espero que se vaya sola. Ahora sí que estoy con sangre en el ojo…


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