
Diarios del Carrocasa
29/04/19
¡Calor tremendo!
Marbella, Guanacaste, Costa Rica
Soplan vientos de todas partes, pero mayormente un offshore que mueve un aire caliente que me recuerda el calor en la India. Es como si alguien le abriera un horno encendido a uno en la cara…
¡Olas gloriosas!
Delicioso té chai.
Lectura y mindfulness.
También hay gloriosas brisas refrescantes de vez en cuando, que dan esperanza de vida y frescura. Todo pasa, así pasará este calor.
En las horas de sol suave y en las noches me voy caminando a apear pipas tiernas; anaranjadas y verdes y la delicia y salvación son. Cuando tenga el machete podré agarrar más sazonas y hasta podré abrir las cafés, que están tan secas por fuera como dulces por dentro. Por ahora, vivo la gloria de la ternura. Creo que poco a poco me estoy convirtiendo en recolector y tal vez llegue a cazador y recolector pronto.
¡Pura Vida!
El reloj marca las 13:33 y seguimos pegados a 40°C. En el otro lugar seguro me habría derretido.
A puro descanso veo pasar las horas moviéndome lo menos posible hasta que al fin siento un cambio en el viento. ¡Bienvenido glorioso onshore, bienvenido el inicio de la tarde, hasta mañana Calores!
Hoy en la noche voy para la tienda, a reabastecer alimentos y agua de una vez.
El plan al regresar es parquear mejor para poder poner el toldo de gangoche amarrado a unas palmeras para tener más sombra. De este modo pretendo agrandar la casa o al menos mi zona de vida, con una terracita protegida del furioso. Además espero que me sirva para poder dar clases de yoga. Es mi esperanza lograr sobrevivir 5 días sin tener que mover la casa porque inventé un festival de yoga para estos días y no quisiera tener que desarmar y volver a armar el toldo. Vamos a ver si dan las provisiones… Anoche me comí lo último de la pasta, y atún solo me queda uno que estará… quisiera decir buenísimo pero se ve un poco herrumbrado entonces mejor no digo nada. Ya veremos como estará.
Espero con gran ilusión lograr encender la refri hoy, y con eso tener un poco más de tiempo para disfrutar las provisiones antes de que se transformen y ¿Por qué no? Darme un par de lujitos. ¡Mantequilla! ¡Ufff… tal vez tocineta! ¡Queso! La gloria eterna.
El arroz que me hice en la noche me salió lleno de abejones. No noté diferencia en el sabor. Deben ser bien nutritivos.
Cielos llenos de millones de estrellas.
Noches despejadas en las que se puede ver todo el universo.

Quiero apoyar el proyecto Diarios del Carrocasa
¡Gracias por leer! Todo aporte será eternamente agradecido
1,00 US$