Anoche Elvis no se presentó de regreso en el gallinero. Lo buscaron por todas partes pero no lo encontraron. Quedó afuera con todos los demonios de la oscuridad…
En la mañana, no aparecía por ningún lado y el único rastro que había era un montón de sus blancas y sedosas plumas ahí por Jr. María… Algo lo atacó, pero bueno, por lo menos no fue su cadáver lo que encontramos.
Es un gallo fino y temo que se lo puedan haber robado… Este Elvis que el Gurú nos había regalado.
Caminando triste llego al gallinero, llamándolo, aún sin poder creer su desaparición.
En eso suena un alboroto abajo en las plantas y sale como un rayo blanco; ¡llegó corriendo! Tal vez escuchó mi voz… No sé, pero lo importante es que volvió. Un poco desplumado y sin media cola, pero sano y salvo.
Ahora reunido con sus gallinas se la pasa feliz y cantando, como gozando la vida; ¡celebrando!
Cacarea, cacarea y cacarea…