¡Hijolé!
Qué quemada me pegué,
por estar lavando ropa al medio día,
y es que yo me lo presentía,
cuando sentía mi piel que ardía,
acuclillado sobre la palangana,
allá en el sol de medio día…
Ahora aquí sigo,
aprendiendo mucho,
que ya sabía…
¡Hijolé!
Qué quemada me pegué,
por estar lavando ropa al medio día,
y es que yo me lo presentía,
cuando sentía mi piel que ardía,
acuclillado sobre la palangana,
allá en el sol de medio día…
Ahora aquí sigo,
aprendiendo mucho,
que ya sabía…