Un día te diste cuenta de que verdaderamente no hay límites. De un pronto a otro te percataste de que soñar con llegar a las estrellas es demasiado simple, tan ordinario, ni siquiera sale de lo conocido. Ahora sabes lo que realmente significa una aventura. Explorar lo inexplorado, conocer lo desconocido y desconocer lo conocido. Dudas por un momento, pero sabes bien que no hay vuelta atrás, además, atrás no quedó nada. Te atreves a levantar el telón de lo imposible y ves más allá:
«Una inmensa mariposa vuela hasta la luna.
Revolotea desempolvando tu mente.
Da vueltas incendiando el sol de tu corazón.
Coloca un solo huevo en el centro de tu vida y se mete dentro.
Por un instante todo es oscuridad.
El huevo empieza a brillar, cada vez más fuerte.
Eclosiona.
Luz en todas direcciones ilumina el infinito misterio del ser.»
Ese día, es hoy.