Es una tarde gris en un mar picado por el viento. A la distancia una nube oscura y pesada descarga una cascada sobre el mar.
En el regreso a casa el aire mismo se siente espeso y huele a tormenta.
Cae la noche seguida de cerca por la tempestad. Cortinas de agua azotan la selva que se ilumina de repente con los destellos de mil relámpagos. Los retumbos de los truenos se encaraman unos sobre otros mientras los sapos y ranas celebran en sinfonía.
El agua es vida y la naturaleza vibra de alegría.