Caminamos hasta el final de la playa.
La arena se transforma en rocas.
Llegamos al final y seguimos.
Pasamos tantos finales…
De pronto aparece,
en medio del medio de la nada.
Una isla de arena rosada.
Corrientes del mar la tienen rodeada.
El cielo la toca con el viento.
Inmensos troncos duermen en ella.
Criaturas marinas la abrazan.
Alrededor las corrientes del mar giran sin parar.
Para encontrarla hay que perderse.
Una isla desolada.
Rodeada de vida.
La isla perdida.
Uhh que bueno!!!! Como siempre transmite ganas de estar ahi!!!
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Pura vida Pa! Un abrazo
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